lunes, 18 de octubre de 2010

Viajando por la Edad Media


La Edad Media es un periodo histórico de la civilización occidental que comprende los siglos del V al XV. Esta época fue marcada principalmente por el desarrollo, el predominio y la unidad de la Iglesia Católica romana.  Esta no nace, sino que se hace a consecuencia de un proceso extenso de cinco largos siglos. Esto provoca severos cambios desde cualquier ámbito que se vea, y estos cambios repercutirán hasta lo que es hoy en día. 
L a sociedad durante este periodo fue básicamente rural. Los campesinos habitaban entorno a tierras donde, en grupos reducidos, establecían sus propias leyes y derechos. Luego de un corto tiempo, unos religiosos tomaron estas tierras las cuales les fueron otorgadas, dejando, imponiendo así un sistema feudal. Estos campesinos, ya que no tenían otros recursos, ofrecían de sus servicios y labran las tierras para que el feudal les asegurara protección.

En este breve escrito no se logra apreciar nada acerca de la mujer; como si no tuviera un propósito, un fin durante esta época. Y si nos vamos para Alemania será que la mujer tampoco influyo en este país? Muchos pensamos que la mujer se ha superado hoy en día, pero no nos preguntamos porque no tuvo ni voz ni voto durante épocas lejanas. Veamos como la mujer transcurre durante la Edad Media, y como las organizaciones sociales de ese entonces, la catalogaban. 

Para mi mujer

 

Mi mujer no es bruja,
Mi mujer no es sierva,
Mi mujer no es monja,
Es mi esclava.

Yo soy considerado un periodista,
Compongo poesías y canciones,
Me pagaban con alojamiento y comida,
Pero a mi mujer ni con tacones.

Muchas veces fui llamado por los nobles,
Mientras mi mujer en casa,
Ellos escuchaban mis canciones,
Ella se la pasaba preocupada.

Mi mujer se superó,
Se fue y me dejo atrás,
Que de tanto castigar
No la supe valorar.

Estancado en la Edad Media- Mi experiencia con las mujeres


Este escrito tiene como propósito relatar mi estadía durante la edad media.  Hace dos semanas mi máquina del tiempo se averió, y fui a parar en los campos, a las afueras de una ciudad alemana , durante los años 1098-1179, cuyo nombre me es difícil de escribir.
En mi semana de estadía pude ver el peor acto de violación de los derechos humanos. El hombre en la edad media fue limitado al pensamiento de la Iglesia, y se genero un estancamiento en el pensamiento científico. Todo giraba en torno a Dios y a los hombres, pero ¿Dónde quedo la mujer del Medio Evo? 

Estando en Alemania vi el rol de la mujer detalladamente. En esta época la mujer fue tratada como un objeto hasta llego a cuestionarse si tenían alma. Toda su vida era  guiada por las decisiones o permisos de su padre, marido o señor. La mujer no tenia libre albedrio; en pocas palabras, su posición era limitada casi invisible.
Día 1: Los labores de la mujer
Caminando por la ciudad, pude ver la mujer en su vida cotidiana. Los labores que tenia la mujer variaban depende del estrato social al que pertenecían.  Las mujeres de clase común tenían varias labores. Muchos de estos labores, eran el oficio de barberas que se dedicaban a hacer remedio que curaban toda clase de molestias y malestares. Muchas de estas mujeres bordaban, fabricaban guantes y sombrero.  Caminando por las afueras, tuve la posibilidad de ver a la mujer en el oficio del metal, muchas hacían cuchillos, tijeras, cerraduras, joyas y tallados de oros.
Explorando mejor la ciudad, pude ver que no solo ver que la mujer trabaja de siervas. Tenía mucha hambre y decidí ir al mercado, ahí pude notar que las mujeres eran vendedoras de productos.  Después de comer, note que las personas me veían extrañados, y pude notar que no estaba vestido acorde a la época. Corriendo, me escondí en una casa. Me adentre a la casa y vi a dos hermosas mujeres enfrente de de un telar, pude notar que ellas tenían manos delicadas y suaves como terciopelo. Ellas se sorprendieron al verme, pero les hable de forma calmada; por tal razón, ellas accedieron y me dieron ropa de la época. Tuve que inventar una corta historia involucrando a una bruja que me había vestido de esa forma extraña.
Saliendo de esa casa, pude notar que en un pequeño lugar una mujer escribía a escondidas. Me senté a su lado; de repente, ella huyo, y dejo sus papeles regados por el suelo. Pude notar, al leerlos, que se trataba de fabulas y pequeños cuentos.
Mi día termino y yo quede en la calle en la oscuridad del medio evo.



 Día 2:  Elizabeth, La ama de Casa




Cuando abrí los ojos, sentí que una mujer y su marido me despertaban con suaves palmadas. Elizabeth, bella como el sol y el mar, era una mujer hermosa, de rubios cabellos, educada y con mucho pudor. Ella nunca abrió sus labios en presencia de él, siempre estuvo a la sombra de su esposo.
El duque, me brindo su hogar para dormir después de contarle que era un miembro de la corte del rey. Dure mucho tiempo hablando con su marido, y ella me miraba ruborizada.
El día pasó, llegue a la casa y ella se fue al cuarto de los niños.  Pude notar que ella se encargaba de la educación y la higiene de la casa. Vi claramente que ahora en la actualidad es muy diferente, ahora ellas viven en todo su esplendor.  La mujer de hoy puede trabajar y dejar el oficio a otras personas.
Llegando la noche, una de las hijas de Elizabeth estaba sentada cerca de las escaleras. Pude notar que me miraba de una forma picarona, y ella me acompaño a mis aposentos. La noche seguía,  me di cuenta que tenía un pantalón con un candado. Ella se sintió apenada, sintió unos pasos y entro en llantos. Cuando vi, el padre entro y la tomo de los brazos, yo me tire de la ventana y hui.  Una de las siervas me dijo que la hija de Elizabeth había muerto.
Día 3: Mi día en el convento
Entre a la primera capilla que vi en el camino. Ahí pude notar otro grupo de mujeres que tenían un gran amor devoto a Dios. Ellas me acogieron, y me dieron de comer. En este lugar no existía la discriminación. Los baños eran una regla de higiene necesaria, que había que tomar sin murmurar.
La mañana continúo,  pude notar que tenían todos unos hábitos blanco y simple. Ellos buscaban lana para hilar y debían hacerlo en silencio. Trabajaban por turno en la cocina. Aprendían las letras y debían leer dos horas diarias. Podían hablar sólo lo necesario. No podían tomar, dar o hacer nada sin permiso. No podían reírse, ni hablar en voz alta. No podían comer, ni beber antes de hora, excepto las débiles. No podían conversar con hombres. No podían salir sin permiso, y si salían era de a dos y por un corto tiempo.
En la noche, ya preocupado por volver a casa, encontré a una mujer Hildegart Von Bingen.  Ella Escritora y compositora alemana. Pude notar que escribía en el convento sobre acercamientos a la medicina.  Tenían un gran conocimiento de la botánica y la bilogía. Constantemente desafiaba a la iglesia y se atrevió a visualizar el acto sexual como una unión espiritual que iba más allá de la procreación. Se puede decir que era feminista. 





Día 4: Mi retorno a casa

Hildegart me ayudo a crear un combustible con los matorrales de un lago. Después de tener ese combustible, note que la maquina serbia. Fue la última vez que la vi, y prendí la máquina para mi retorno.






Por: Doctor Ruppert Jr. 



Caza de Brujas en la Edad Media


  
   La búsqueda de brujos, brujas, o evidencias de brujería que llevaba a acusar a la persona afectada de brujería, a un juicio y finalmente a una condena se conoce como cacería de brujas. Durante la Edad Media, antes de su conversión al cristianismo, los germanos conocían la quema de los magos que realizaban encantamientos perjudiciales. Sin embargo, en la baja Edad Media  Carolingia no hubo caza de brujas. El  Concilio de Paderborndel año 785 castigaba tanto la creencia en brujas como su persecución.
 “Quien, cegado por el Demonio, cree como los paganos que alguien es una bruja y come a personas, y la quema por ello o deja comer su carne por otro, será castigado a pena de muerte.”[] Carlo Magno lo validó como una ley, probablemente relacionada con las prácticas paganas de los sajones contra las que el rey luchaba en la década de los años 80 del siglo VIII.
En esta época, por ejemplo, el Tribunal del Santo Oficio se dio la tarea de perseguir, enjuiciar y en muchos casos, llevar a la hoguera a personas sospechosas de estas prácticas. Muchos de los castigos y torturas que se le aplicaban a las brujas eran: el potro, el aplasta cabezas, las jaulas colgantes, la doncella de hierro, y la cierra entre otros.
En el año 1233 en  Alemania, se aprueba la ley presentada por el Arzobispo Sigifrido III, que pretendía que las personas acusadas de herejía se convirtieran a la ley de Dios. En el siglo XV en Alemania, El Papa Inocencio VIII promulga la bula Summis desiderantes Affectibus que perseguía a las brujas. Esta bula también amenazaba con la excomunión de aquellos que no cooperaran con los inquisidores y revoca el Canon Episcopi del 906.

La mujer desde el punto de vista del Monje Andrés

 

Las monjas eran las más privilegiadas entre todas las mujeres, si a la educación nos referimos, ya que llegaron a conocer el latín y el griego, y, por lo tanto, a leer y escribir. Ellas debieron enfrentarse a un cuestionamiento ya que eran consideradas sin rigor, por el simple hecho de ser mujeres. También fueron consideradas como personas con menos inteligencia, menos capacidades o incluso sin alma: las normas que debían seguir las mujeres, independientemente de su edad o clase social, se regían por escritos sagrados de monasterios y/o de la Antigüedad. En la obra de la fisiología, a las mujeres se les atribuían unos humores fríos y húmedos, mientras que a los hombres se les consideraba calientes y secos, la medida de todas las cosas. La naturaleza de las mujeres les hacía no sólo ser más débiles en los aspectos morales, sino también en lo físico, porque podía ser causante de todas sus enfermedades, entre ellas la menstruación. (Aquello demoniaco que la mujer expulsaba)
La Iglesia tenía reservadas para la mujer dos imágenes que pretendía instaurar como modelo en una sociedad cada vez más compleja. La primera de ellas es la de Eva, que fue creada con la costilla de Adán y propició la expulsión de ambos del Paraíso. La segunda es la de María, que representa, además de la virginidad, la abnegación como madre y como esposa. Ambas visiones de estas mujeres pueden ser consideradas como la impresión general de esta época: lo ideal frente a lo real.


Arte - Mujer Edad Media