Mi mujer no es bruja,
Mi mujer no es sierva,
Mi mujer no es monja,
Es mi esclava.
Yo soy considerado un periodista,
Compongo poesías y canciones,
Me pagaban con alojamiento y comida,
Pero a mi mujer ni con tacones.
Muchas veces fui llamado por los nobles,
Mientras mi mujer en casa,
Ellos escuchaban mis canciones,
Ella se la pasaba preocupada.
Mi mujer se superó,
Se fue y me dejo atrás,
Que de tanto castigar
No la supe valorar.
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